“Las farmacias actúan como radares sociales, lo que es de especial importancia en el entorno rural y en contexto de despoblamiento, en el que los farmacéuticos son muchas veces los únicos profesionales sanitarios”.

Para poner en situación a nuestros lectores, ¿cuántas farmacias conforman el COF de Cantabria? ¿Y cuánt@s farmacéutic@s?
Actualmente, el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cantabria agrupa a 278 oficinas de farmacia repartidas por toda la comunidad, tanto en zonas urbanas como rurales. En cuanto al número de colegiados, somos casi 900, con un 72% de farmacéuticas colegiadas que desarrollamos nuestra labor no solo en la farmacia comunitaria, sino también en hospitales, en la distribución farmacéutica, la industria, la docencia, la investigación y la administración.
¿Cuál es el papel del Colegio a la hora de ayudar en el día a día a sus asociad@s?
Nuestro papel es esencialmente el de acompañamiento, representación y apoyo. Desde el Colegio facilitamos formación continua, resolvemos consultas técnicas, legales o profesionales, y defendemos los intereses de nuestros colegiados ante las administraciones. Además, impulsamos proyectos que modernicen y refuercen el papel del farmacéutico en el sistema sanitario. También somos un espacio de encuentro y colaboración para todos los profesionales.
¿Qué iniciativas ha realizado este año el Colegio y cuáles son las que vendrán a corto plazo?
Entre las iniciativas desarrolladas por el Colegio, creo que una de las más destacables es el Programa de optimización de la adherencia al tratamiento farmacoterapéutico mediante sistemas personalizados de dosificación (SPD), especialmente en municipios en riesgo de despoblamiento. Este proyecto, desarrollado en colaboración con las Consejerías de Presidencia y de Sanidad del Gobierno de Cantabria, forma parte de la Estrategia regional para hacer frente al despoblamiento rural y representa una respuesta concreta y efectiva a los retos demográficos de nuestra comunidad.
Desde abril de 2022, el programa se está llevando a cabo a través de farmacias y botiquines de los 39 municipios en riesgo de despoblamiento en Cantabria. En estos municipios, 25 cuentan con farmacia, siete tienen un botiquín asociado a una farmacia, y otros siete, aunque no tienen farmacia, disponen de una cercana. Esta cobertura asegura que la atención sanitaria llegue incluso a los núcleos más pequeños y vulnerables.
El impacto del programa es significativo: permite a la población rural acceder a un servicio de adherencia terapéutica mediante SPD, facilitando el control semanal de la medicación. Esto no solo mejora la salud de los pacientes, sino que también contribuye a garantizar su calidad de vida, fomentando el arraigo y la sostenibilidad de las zonas rurales. Además, esta iniciativa refuerza el papel de las farmacias como centros de salud esenciales en estas comunidades, destacando su valor como aliados en la lucha contra el despoblamiento y en garantizar la equidad sanitaria.
Asimismo, quisiera resaltar el Programa Viernes, dirigido a combatir la soledad no deseada desde las farmacias, que también refleja nuestro compromiso con la población más vulnerable y con la cohesión social en Cantabria, que se puso en marcha gracias a un convenio firmado con la Consejería de Asuntos Sociales, Familia e Igualdad del Gobierno de Cantabria.
Ambos programas son ejemplos claros de cómo la farmacia puede adaptarse y responder a los desafíos del reto demográfico en nuestra comunidad.
En Cantabria, las farmacias comunitarias desempeñan un papel clave en la prevención de enfermedades y la promoción de la salud pública, especialmente en el marco de los servicios concertados con la Consejería de Salud del Gobierno de Cantabria. Estos servicios están diseñados para abordar necesidades específicas de nuestra población y garantizar un acceso cercano y confiable a la prevención y el diagnóstico.
Entre las iniciativas destacadas se encuentra la Prueba Rápida del VIH, que permite detectar esta enfermedad en solo 15 minutos de manera confidencial y segura. En caso de un resultado positivo, las farmacias pueden gestionar directamente la cita del paciente con el Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario de Valdecilla, asegurando una derivación temprana. También participamos en la dispensación de kits antisida y el Programa de Intercambio de Jeringuillas, fundamentales para reducir riesgos asociados al consumo de drogas inyectables y prevenir infecciones como el VIH y la hepatitis.
En el ámbito de la salud escolar, desde el año 2018 venimos desarrollando sesiones formativas dirigidas a alumnado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, centradas en la prevención del consumo de alcohol en menores "Menores, ni una gota". Estas actividades se enmarcan dentro del programa de salud que se lleva a cabo en colaboración con los ayuntamientos de Astillero y Camargo, y que busca fomentar hábitos saludables y responsables entre los más jóvenes.
Actualmente, estamos trabajando en una nueva campaña de sensibilización sobre la prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS), que impulsaremos junto a la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Salud del Gobierno de Cantabria. Esta iniciativa tiene como objetivo proporcionar información veraz, accesible y adaptada a la población joven para promover conductas sexuales seguras y responsables.
¿A qué retos se enfrenta el farmacéutico/a a día de hoy?
Vivimos un momento de transformación. Uno de los grandes retos es adaptar la farmacia a las nuevas demandas sociales y tecnológicas, sin perder nuestra esencia como servicio sanitario cercano y accesible. También es crucial que se reconozca aún más nuestro papel asistencial, integrándonos de forma efectiva en los equipos multidisciplinares del sistema de salud. Además, la sostenibilidad económica de las farmacias, sobre todo en entornos rurales, sigue siendo un desafío importante. Las farmacias actúan como radares sociales, lo que es de especial importancia en el entorno rural y en contexto de despoblamiento, en el que los farmacéuticos son muchas veces los únicos profesionales sanitarios.
Y de cara al futuro, ¿cómo cree que será la farmacia?
La farmacia del futuro será más digital, más clínica y más colaborativa a todos los niveles. Pero también será una farmacia más humana, que refuerce el vínculo con el paciente, apoyándose en la tecnología, pero sin perder la cercanía que nos define.
Para garantizar una comunicación fluida, hemos establecido, en colaboración con la Consejería de Salud, un protocolo de comunicación directa entre las 279 farmacias comunitarias y los servicios de farmacia de Atención Primaria del Servicio Cántabro de Salud. Este sistema, activo desde octubre de 2020, permite resolver incidencias relacionadas con la medicación de manera ágil y efectiva, evitando la saturación de los centros de salud y mejorando la experiencia del paciente.
Asimismo, estamos hablando con distintos centros de salud para proponerles desarrollar un Circuito de resolución rápida de incidencias y explorar nuevas herramientas tecnológicas que faciliten la colaboración entre médicos y farmacéuticos, optimizando así la atención al paciente y el uso de los recursos sanitarios.
Además, como ya he mencionado, desde marzo de 2020, contamos con el servicio de dispensación colaborativa, que permite acercar medicación hospitalaria a los pacientes a través de las farmacias comunitarias, mejorando la accesibilidad y reduciendo desplazamientos innecesarios.
En los próximos años, las innovaciones tecnológicas están llamadas a transformar significativamente el funcionamiento y los servicios de las farmacias en Cantabria. Una de las iniciativas más relevantes ya en marcha es la implantación de la tecnología SD-WAN de Fortinet en las farmacias de nuestra provincia. Esta herramienta es clave para garantizar la seguridad en internet y en las redes, aspectos fundamentales para proteger los datos sensibles de los pacientes y para operar con la máxima confianza en un entorno digital cada vez más complejo.
Además, recientemente hemos lanzado la aplicación oficial del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cantabria. Esta herramienta ha sido diseñada para facilitar la comunicación y ofrecer acceso a recursos esenciales para nuestros colegiados. Con un diseño intuitivo y funcional, la aplicación permitirá a los farmacéuticos mantenerse informados sobre las actividades, servicios y novedades del Colegio desde cualquier lugar y en cualquier momento. Creemos que esta innovación no solo mejorará la conexión entre los profesionales, sino que también optimizará la gestión de información y el acceso a recursos clave para su actividad diaria.
Estas iniciativas no son solo avances tecnológicos, sino pasos estratégicos hacia una farmacia más conectada, segura y eficiente, preparada para afrontar los retos del futuro.
¿Cuál es el perfil actual de paciente que acude a la farmacia? ¿Cómo ha cambiado con el paso de los años?
Hoy vemos un perfil de paciente más informado, más exigente y también más participativo en su salud. La farmacia se ha convertido en un punto de referencia sanitaria, accesible y confiable, donde los ciudadanos acuden no solo a por medicamentos, sino a resolver dudas, a medirse la tensión, a recibir consejos de salud.
Hemos pasado de ser dispensadores a ser verdaderos agentes de salud, y eso se refleja en la evolución del paciente, que ahora espera más de nosotros… y con gusto respondemos a ese compromiso.