BMS es uno de los actores clave en la lucha contra el cáncer de pulmón. ¿Cómo valora la compañía los avances presentados recientemente en ASCO?
Lo que hemos visto en ASCO reafirma el cambio de paradigma que se está consolidando en cáncer de pulmón. Hace apenas una década, el pronóstico para muchos pacientes era muy limitado. Hoy, gracias a la inmunoterapia y a enfoques más personalizados, estamos logrando aumentar la supervivencia, mejorar la calidad de vida y aplicar terapias en fases más tempranas de la enfermedad, donde podemos intentar curarla. Desde BMS, nos sentimos orgullosos de estar contribuyendo activamente a esa transformación, con datos que consolidan el valor de nuestros tratamientos actuales y también con un pipeline muy prometedor que nos permite mirar al futuro con esperanza.

Uno de los aspectos que más ha evolucionado en los últimos años ha sido el abordaje precoz de la enfermedad. ¿Cuál es la importancia de intervenir en fases tempranas?
Intervenir antes significa tener más posibilidades de cambiar el curso de la enfermedad. Los avances en el diagnóstico y la selección de los pacientes están permitiendo tratar a personas con cáncer de pulmón en estadios resecables, con tratamientos que combinan inmunoterapia y quimioterapia antes de la cirugía y, en algunos casos, también después. Esto no solo mejora los resultados oncológicos, sino que puede permitir intervenciones quirúrgicas menos agresivas y una recuperación más rápida. Estamos viendo tasas de supervivencia a largo plazo que hace pocos años eran impensables en esta población.

¿Qué papel está jugando la inmunoterapia en este cambio de enfoque?
Un papel absolutamente central. En BMS fuimos pioneros en introducir la inmunoterapia en tumores con muy mal pronóstico como el melanoma metastásico o el cáncer de pulmón no microcítico, y hoy seguimos ampliando su impacto en otros tumores con alternativas limitadas. El sistema inmunitario tiene la capacidad de reconocer y atacar las células tumorales, pero el cáncer a menudo evade esa respuesta y nuestros tratamientos ayudan a desbloquear esa respuesta inmune. Con la inmunoterapia no solo tratamos el tumor, sino que buscamos reeducar al organismo para que reconozca y ataque al cáncer a lo largo del tiempo, incluso cuando este intente reaparecer. Esa capacidad de generar respuestas duraderas es lo que ha cambiado las reglas del juego.

A menudo se habla de la importancia de la medicina personalizada en oncología. ¿Cómo se traduce esto en el contexto del cáncer de pulmón?
El cáncer de pulmón es una enfermedad extremadamente heterogénea. Hay múltiples subtipos, alteraciones genéticas y perfiles inmunológicos que condicionan la evolución y la respuesta al tratamiento. Por eso, es fundamental contar con herramientas de diagnóstico que permitan personalizar la estrategia terapéutica. En BMS trabajamos con este enfoque buscando nuevos biomarcadores, desarrollando tratamientos dirigidos y combinaciones que se adapten al perfil de cada paciente. La personalización no es solo una aspiración: es una necesidad clínica real y necesaria que debe ayudar a mejorar la eficiencia en nuestro sistema sanitario.

¿Qué retos quedan aún por abordar en el tratamiento del cáncer de pulmón?
A pesar de los avances, el cáncer de pulmón sigue siendo la principal causa de muerte por cáncer en todo el mundo y particularmente en España. Hay varios frentes en los que seguimos trabajando: mejorar el diagnóstico precoz, lograr que los tratamientos sean más efectivos en los pacientes con peor pronóstico, reducir la toxicidad y ampliar el acceso a las terapias innovadoras. También es clave abordar las resistencias adquiridas que aparecen con el tiempo y entender mejor los mecanismos por los que algunos pacientes no responden inicialmente. Todo esto requiere investigación continua, colaboración con la comunidad científica y un compromiso firme con la innovación.

Has mencionado la innovación como una de sus prioridades. ¿Qué líneas de investigación están explorando desde BMS?
Nuestra estrategia combina experiencia clínica, investigación traslacional y nuevas plataformas tecnológicas. En cáncer de pulmón, estamos investigando combinaciones innovadoras que integran inmunoterapia con terapias dirigidas, tratamientos pre/perioperatorios más eficaces y nuevos agentes inmuno-moduladores que actúan sobre distintos puntos del sistema inmune.

También estamos invirtiendo en inteligencia artificial aplicada a oncología, para mejorar la selección de pacientes y acelerar la investigación clínica. Y no podemos olvidar el desarrollo de nuevas modalidades terapéuticas como anticuerpos biespecíficos o conjugados, que representan una nueva frontera en el tratamiento del cáncer.

¿Qué significa para una compañía como BMS poder ofrecer opciones que cambian el pronóstico de enfermedades como el cáncer de pulmón?
Para nosotros es un enorme privilegio y una gran responsabilidad. Cada avance que logramos no se mide solo en términos científicos, sino en vidas reales: personas que pueden ver crecer a sus hijos, poder retomar su vida laboral y vivir con dignidad.

Esa es la motivación que guía todo lo que hacemos. Y por eso seguimos invirtiendo en ciencia, colaborando con profesionales sanitarios y escuchando a los pacientes, porque su experiencia es clave para avanzar. Nuestro compromiso es claro: transformar la vida de las personas con cáncer, y en el caso del cáncer de pulmón, estamos convencidos de que el futuro será mucho más esperanzador que en el pasado.