
Cuando aparece una lesión, un dolor persistente o una limitación en el movimiento, es común que los profesionales de la salud sugieran el uso de una ortesis y otras ayudas técnicas como parte del tratamiento conservador. Estas soluciones ortopédicas son esenciales tanto en la fase inicial de una lesión como en procesos de recuperación más largos o en condiciones crónicas.
Elegir la ortesis adecuada no solo ayuda a aliviar el dolor, sino que también influye en la evolución de la patología, previene recaídas y mejora la calidad de vida del paciente. Una ortesis que no se ajuste bien, que sea inadecuada o que se use de manera incorrecta puede ser ineficaz e incluso empeorar la situación.
En este sentido, las farmacias y los profesionales de la salud juegan un papel importante, ya que son el primer punto de asesoramiento, guiando al paciente sobre el tipo de producto más adecuado y la importancia de usar correctamente y de manera responsable las soluciones ortopédicas.
¿Qué es una ortesis y cuándo está indicada?
Una ortesis es un dispositivo externo que se utiliza para brindar apoyo, estabilizar, alinear, corregir o limitar el movimiento de una parte específica del cuerpo. Su propósito puede variar según la patología y el objetivo terapéutico, y puede emplearse tanto con fines preventivos como para tratamientos o rehabilitación.
En función de su finalidad, se pueden distinguir tres grandes tipos de ortesis:
Ortesis preventivas
Las ortesis preventivas están diseñadas para minimizar el riesgo de lesiones, especialmente durante actividades deportivas, trabajos repetitivos o situaciones que implican una sobrecarga en las articulaciones. Su función es proteger la zona afectada sin restringir demasiado el movimiento.
Ortesis funcionales
Las ortesis funcionales permiten un grado controlado de movilidad mientras resguardan la articulación o estructura que necesita protección. Son comunes en procesos de recuperación, donde se busca estabilidad sin necesidad de una inmovilización total.
Ortesis inmovilizadoras
Las ortesis inmovilizadoras se utilizan cuando es crucial limitar casi por completo el movimiento para facilitar la curación, como en lesiones agudas, después de una cirugía o en las fases iniciales de ciertas patologías.
Generalmente, las ortesis son recomendadas para tratar condiciones como esguinces, tendinitis, artrosis, lumbalgias, síndrome del túnel carpiano, sobrecargas musculares, inestabilidades articulares o procesos inflamatorios, entre otras situaciones clínicas comunes.
Factores clave para elegir una ortesis adecuada
En la actualidad existe una amplia oferta de productos ortopédicos tanto en farmacias como en tiendas de ortopedia online, lo que facilita el acceso a este tipo de soluciones. Sin embargo, no todas las ortesis son válidas para todos los casos, y una elección incorrecta puede reducir su eficacia.
Algunos de los factores más importantes a tener en cuenta son:
Tipo de patología
Cuando hablamos de tipos de patologías, no es lo mismo tratar una lesión aguda reciente que una condición crónica o degenerativa. Cada caso clínico requiere un enfoque único.
Grado de lesión o dolor
Cuanto mayor sea el dolor, la inflamación o la inestabilidad, mayor suele ser el nivel de sujeción o inmovilización necesario.
Nivel de actividad del paciente
Una persona activa o deportista necesitará una ortesis que permita moverse con seguridad, mientras que en otros casos se prioriza el descanso y la limitación del movimiento.
Tiempo de uso
Existen ortesis diseñadas para un uso puntual y otras pensadas para llevar varias horas al día o de forma prolongada. Este aspecto influye en el diseño, los materiales y la comodidad.
Talla y ajuste
Una ortesis que no se ajuste bien puede causar molestias, rozaduras o incluso agravar los síntomas. Elegir la talla adecuada y asegurarse de un buen ajuste es esencial para obtener beneficios reales.
Elección de ortesis según la zona corporal
La zona del cuerpo afectada determina en gran medida el tipo de ortesis más adecuada, ya que cada articulación y estructura tiene necesidades específicas.
Tobillo y pie
En casos de esguinces, fascitis plantar o inestabilidad, se suelen utilizar tobilleras elásticas, semirrígidas o estabilizadoras. Estas aportan soporte y seguridad sin limitar en exceso la movilidad necesaria para la marcha.
Rodilla
Las rodilleras pueden variar desde modelos de compresión para sobrecargas leves hasta ortesis más técnicas con refuerzos laterales o articulaciones, indicadas en lesiones ligamentosas, inestabilidad o artrosis.
Muñeca y mano
Muy habituales en tendinitis, síndrome del túnel carpiano o sobrecargas, estas ortesis ayudan a mantener la muñeca en una posición neutra, reduciendo la presión y el esfuerzo repetitivo.
Espalda y zona lumbar
Las fajas y ortesis lumbares se utilizan para aliviar el dolor, mejorar la postura y ofrecer soporte en lumbalgias, contracturas musculares o esfuerzos físicos intensos, siempre con un uso controlado.
Importancia del asesoramiento profesional
El asesoramiento profesional juega un papel fundamental en el éxito del tratamiento con ortesis. Ya sea el farmacéutico, el médico, el fisioterapeuta o el técnico ortopédico, estos expertos pueden guiarte sobre cuál es el modelo más adecuado, cuánto tiempo deberías usarlo y cómo colocarlo correctamente.
Además, estos profesionales están ahí para resolver tus dudas, identificar un uso incorrecto y ajustar la ortesis a medida que avanza tu recuperación. También, el acceso a recursos especializados de ortopedia en línea hace que sea más fácil encontrar productos específicos, comparar opciones y obtener información detallada.
Una buena combinación de información confiable, asesoramiento profesional y acceso a soluciones ortopédicas de calidad te permite elegir la ortesis que mejor se adapte a tu patología y estilo de vida, lo que favorece una recuperación más cómoda, segura y efectiva.