
Desde las oficinas de farmacia se atiende y ayuda diariamente a distintos tipos de personas, no solo a través de la dispensación de medicamentos, sino también ofreciéndoles un servicio más asistencial. Los farmacéuticos están valorados como uno de los profesionales de la salud más confiables y accesibles, por ello es de gran valor que puedan asumir un papel activo en la educación del paciente ofreciéndole formación e información que pueda ayudar a la detección de determinadas enfermedades.
Esta labor esencial que tiene la farmacia comunitaria cobra especial importancia cuando hablamos de personas de edad avanzada y patologías como el Deterioro Cognitivo Leve (DCL), que afecta a tres de cada diez personas mayores de 65 años en España, y que, con el paso del tiempo, puede desencadenar en enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer y otras demencias.
En este sentido, 7 de cada 10 personas mayores de 60 años afirma que, en caso de sufrir despistes u olvidos recurrentes, lo comentaría con su entorno más cercano, según un estudio realizado por Nutricia. El DCL se manifiesta con síntomas como no recordar las fechas con facilidad, presentar menor destreza en las pequeñas tareas cotidianas, olvidar los nombres de personas o cosas conocidas, perder el hilo de las conversaciones y experimentar cambios de comportamiento.
En este contexto, el farmacéutico comunitario mantiene un contacto directo y sostenido en el tiempo con este tipo de pacientes, ya que estos acuden periódicamente a la farmacia a retirar la medicación para tratar sus enfermedades y trastornos crónicos. Esta circunstancia puede ser una buena oportunidad para detectar posibles casos de DCL y derivar al médico de atención primaria o especialista, así como ofrecer a estos pacientes la inclusión en programas de educación sanitaria encaminados a mejorar y adquirir determinados hábitos de vida (alimentación saludable, ejercicios cognitivos y físicos, alimentación y nutrición médica especializada).
Estrategia de cribado de DCL mediante Inteligencia Artificial (IA)
La red de farmacias en España puede ser agente esencial en la detección precoz del DCL, como demuestran los programas que vienen desarrollándose en farmacias de la Comunidad Valenciana, donde gracias a la aplicación de la IA se ha puesto en marcha una estrategia de cribado para valorar el estado cognitivo del paciente a través de un test basado en biomarcadores vocales. En caso de obtener un resultado alterado, desde la oficina de farmacia se remite a las personas a la consulta del médico de cabecera o neurólogo.
Por lo tanto, este rol asistencial del farmacéutico puede contribuir a la mejora de la detección temprana del deterioro cognitivo al ofrecer un cribado accesible y práctico en un entorno cotidiano como la farmacia. Con ello, se facilita la identificación de personas en riesgo antes de que el deterioro avance a etapas más graves. Esto permitiría a los profesionales sanitarios intervenir más temprano, lo que se traduce en una mejor gestión y una posible ralentización del progreso de la enfermedad.
Con todo, es importante apoyar activamente a la red de farmacias comunitarias, implementando acciones concretas que refuercen el rol del farmacéutico en la promoción de la salud y en la detección temprana de enfermedades como el DCL para que, entre todos, podamos afrontar los nuevos retos que nos plantea la sociedad actual.