El cerebro humano sólo puede manejar una cantidad finita de información y, si la carga cognitiva es demasiado grande, puede que perdamos datos por el camino. Cuando se trata de formar a nuestros médicos, equipos de red de ventas, o equipos internos, ¡obviamente queremos que absorban toda la información! Pero… ¿cómo podemos conseguirlo? ¿y cómo lograremos que no sólo retengan lo aprendido, sino que vuelvan a por más?
Crear una formación gamificada o lo que en Apple Tree llamamos ‘Game Training’, tiene como objetivo aliviar y estimular la carga cognitiva, transformando el aprendizaje en un formato más parecido a un juego, lleno de desafíos. Precisamente, uno de los beneficios neurológicos de la gamificación, es que ayuda a dividir el aprendizaje en pequeñas porciones, más fáciles de retener.
Una de las claves de un juego atractivo es una buena historia, sí, sí, el famoso storytelling. Las personas tienden a recordar las historias mejor que datos o las listas de hechos inconexos. Esto no es sólo una cuestión de preferencia, es algo fisiológico. Cuando participamos en una narrativa, el cerebro libera oxitocina, que genera sentimientos de confianza y empatía. Cuando el cerebro recibe información presentada como una historia, la reconocemos como más auténtica, más válida.
Durante el aprendizaje, una fuerte activación del hipocampo, en gran parte, responsable del recuerdo del conocimiento, hace que el contenido sea más fácil de recordar. El funcionamiento del cerebro es como es, no lo podemos cambiar, pero sí hay factores modificables que, además, nos ayudan a aumentar la capacidad de memoria. Así, hacer que la historia sea relevante hará que sea más memorable, también.
La gamificación implica la creación de una narrativa en torno a la actividad de aprendizaje, forja una conexión emocional con el jugador y, por tanto, aumenta la relevancia de la tarea a realizar, porque toda persona presta más atención a cualquier información con la que se empatiza y se crea un vínculo personal.
Prueba de ello es la gran conexión que logramos alcanzar con el Game Training ‘En la piel de Lucas’, una historia cargada de intriga en torno a un adolescente, Lucas, que desaparece sin que nadie se explique los motivos. Detrás de Lucas, está todo el entramado de una enfermedad que genera estigma social, la psoriasis, y el proceso de aprendizaje sobre esta patología, se convierte en una cuestión personal para los participantes.
Todo controlado hasta este punto. Sin embargo, para reflexionar sobre el impacto neurológico de la gamificación, no podemos obviar la presencia de nuestras amigas las hormonas, grandes influencers de muchos mecanismos neurológicos. La dopamina, o la hormona del bienestar, se libera siempre que se nos recompensa por una acción específica. Los Game Trainings no sólo permiten enviar comentarios instantáneos a los médicos, delegados u otros stakeholders, sino que otorgan recompensas virtuales por lograr los objetivos de la actividad, de forma que comienzan a asociar el aprendizaje con emociones positivas. Nos gusta el reconocimiento, y nos estimula el reto, por lo que esta dinámica impulsa a continuar en el juego, en busca de más información y de más ‘éxito’.
Aquí tiene algo que ver el papel de la serotonina, la hormona que gobierna nuestro estado de ánimo general y que se libera cuando nos sentimos premiados y recompensados.
En cualquier Game Training, nos basamos en badges, rewards y puntos para ir premiando al jugador de forma bastante continuada, promoviendo que quieran volver más a menudo para seguir superando fases.
No estaría bien olvidarnos de la imprescindible liberación de endorfinas, ese proceso que puede reducir nuestros niveles de estrés y ansiedad, e incluso crear una sensación de euforia. Combinado con otros neurotransmisores, esto ayuda a crear un entorno ideal para el aprendizaje enfocado.
Para endorfinas, las que liberaron los médicos que jugaron a ‘Combate la Diabetes’ donde, guantes de boxeo en mano (en sentido figurado), dieron un golpe efectivo a sus conocimientos sobre la diabetes tipo 2.
Game Training para Brain Training, es uno de nuestros principales objetivos. Jugar mantiene al cerebro en forma y son varios estudios que han demostrado que el juego, puede mejorar las funciones cerebrales.
El juego también nos puede ayudar a reducir la sensación estresante que genera el desconocimiento o las dudas sobre un tema, controlando así los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Es lo que hicimos para involucrar y empoderar a los profesionales sanitarios ante el mundo de los fármacos biosimilares en ‘Biosimilar Hunters’, convirtiéndolos en colectores de biotecnología.
Asimismo, la adquisición de habilidades como la gestión de recursos y la priorización es otra de las propiedades observadas en personas que, a nivel mundial crecieron jugando a videojuegos complejos que requieren mucha coordinación y estrategia.
Con los resultados excelentes que está dando el aprendizaje basado en gamificación, la comunidad científica está llevando a cabo cada vez más investigaciones sobre el poder del juego en otros escenarios que, en realidad, no son ningún juego.
En APPLE TREE, seguimos creando historias que enganchan para que las formaciones sean un éxito y podemos ayudar a nuestros clientes a mantener el ¨High Score¨.
¿Jugamos?