
La identidad corporativa es importante. Ya hemos hablado anteriormente de las ventajas de actualizar su identidad corporativa desde una perspectiva externa, pero el valor para su empresa va más allá de la percepción de los clientes. Una identidad corporativa fuerte tiene un impacto directo en sus empleados: ¿cómo se sienten?, ¿cómo trabajan? y ¿cuánto tiempo se quedan?
Para quién trabajas es importante; dice algo de ti. En el mercado laboral actual, en el que mucha gente busca un propósito tanto como un sueldo, la identidad de una empresa es algo más que una marca. Es una declaración de valores e intenciones. De hecho, el 86% de los empleados quiere que los valores de su empresa coincidan con los suyos propios, por lo que es esencial poder comunicarlos de forma eficaz. Si lo hace bien, atraerá a los mejores talentos, mejorará el compromiso y creará un equipo más motivado.
Más que un logotipo o un eslogan, la identidad corporativa es un activo estratégico que puede reflejar e impulsar un cambio interno significativo. Idealmente, es el resultado visible de un trabajo más profundo en torno a los valores, los comportamientos y el propósito, y cuando se hace con autenticidad, tiene una influencia directa en todos los aspectos de su empresa, incluidas las personas.
5 maneras en que la identidad corporativa ayuda a su empresa a funcionar mejor
1. Una identidad clara da a los empleados algo en torno a lo que unirse
Cuando una empresa defiende algo significativo, ya sea la sostenibilidad, la innovación o la inclusión, genera lealtad y compromiso emocional. La gente quiere sentirse orgullosa del lugar donde trabaja.
Ejemplo: Unilever experimentó un importante cambio de identidad bajo la presidencia de Paul Polman, que introdujo el Plan de Vida Sostenible. No se trataba sólo de reducir el impacto medioambiental, sino que se convirtió en una parte esencial de la cultura de la empresa. Las puntuaciones de compromiso de los empleados subieron 10 puntos porcentuales, lo que refuerza cómo el propósito puede impulsar el compromiso interno.
Antes de esto, la empresa se enfrentaba a crecientes críticas por su huella medioambiental. Polman reformuló el propósito de Unilever: convertir la vida sostenible en algo habitual. La estrategia fue elogiada por su audaz ambición, ya que pretendía reducir a la mitad el impacto medioambiental y, al mismo tiempo, mejorar la salud y el bienestar en todo el mundo. Envió un fuerte mensaje interno de que los valores importaban. Los empleados respondieron positivamente, con un aumento del compromiso de 10 puntos porcentuales en dos años². El cambio de identidad aportó un sentido de misión, creando alineación entre equipos y funciones y reforzando el compromiso interno.
Un propósito compartido de este tipo fomenta la resistencia y la unidad, especialmente en las grandes organizaciones, donde la cohesión interna puede ser difícil de mantener.
2. Más orgullo, mejor trabajo
Cuando los empleados creen en la identidad de una empresa, se sienten más identificados con sus funciones. Por el contrario, una desconexión entre los mensajes de la marca y la realidad erosiona la confianza y la motivación.
Ejemplo: Meta se posicionó como líder en cultura de inclusión en el lugar de trabajo, hasta que redujo su plantilla con un número significativo de puestos DEI (DEI se refiere en USA a Diversity, Equity, and Inclusion). La medida envió señales contradictorias, dañando la moral interna y la reputación externa³.
El orgullo en el lugar de trabajo no se crea sólo con declaraciones de valores; hay que ganárselo con coherencia. Los empleados se dan cuenta enseguida cuando una empresa dice una cosa y hace otra.
En los últimos meses, Meta ha recortado aún más los puestos centrados en el aumento de la diversidad para alinearse con tendencias políticas más amplias. Será interesante comprobar cómo responden a los cambios la percepción externa de la marca, la cultura y la consiguiente satisfacción laboral.
3. Atraer (y retener) al talento adecuado
Los trabajadores de hoy en día no sólo buscan un sueldo: buscan un sentido. Una identidad corporativa bien definida ayuda a atraer talentos motivados y fomenta la retención.
Ejemplo: El giro de LEGO hacia la sostenibilidad y la innovación demuestra cómo un compromiso sincero con los valores puede atraer a los mejores talentos. Demostraron su compromiso con los valores expresados con un objetivo claro de eliminar los plásticos de un solo uso de los envases e invertir fuertemente en energías renovables. Este cambio no era sólo externo, sino que reflejaba los valores y la cultura internos. Esto, combinado con un enfoque en la inclusión, tuvo un gran impacto en las percepciones de la empresa. Como resultado, LEGO experimentó un aumento de solicitudes, sobre todo de profesionales creativos y preocupados por la sostenibilidad que se identifican con su dirección⁴.
Una identidad corporativa que refleje un compromiso genuino de tener un impacto positivo abre oportunidades para atraer a talentos de primer nivel que buscan realizarse más allá de los resultados financieros.
4. Más coherencia, decisiones más fáciles
Una fuerte identidad corporativa actúa como marco para la toma de decisiones. Los empleados no necesitan una supervisión constante si comprenden los valores de la empresa y pueden aplicarlos en su trabajo diario, lo que hace que el trabajo sea más eficiente y agradable, ya que genera confianza.
Ejemplo: La identidad de Google se centra en la curiosidad, la innovación y la eficacia, y esto se refleja en el funcionamiento de sus equipos. La política del «20% de tiempo», que permite a los empleados dedicar tiempo a proyectos personales alineados con la misión de Google, ha dado lugar a la creación de productos como Gmail⁵. Más que una simple herramienta de productividad, indica una profunda creencia cultural en la iniciativa y la autonomía.
Como se señala en el Journal of Management & Organisation, este modelo de alto compromiso fomenta la toma de decisiones arraigada en un propósito y unos valores compartidos. Cuando la identidad y el comportamiento diario están sincronizados, las organizaciones funcionan mejor y dejan espacio para más creatividad.
5. La cultura como algo más que una palabra de moda
La cultura corporativa no se crea de la noche a la mañana, ni puede fabricarse mediante una renovación de la marca. Debe sentirse auténtica de arriba abajo. Cuando el liderazgo encarna activamente los valores corporativos, influye en la cultura del lugar de trabajo de forma significativa.
Por ejemplo: WeWork se dio a conocer como una empresa que da prioridad a la cultura, con mensajes centrados en la comunidad, la flexibilidad y el bienestar de los empleados. Sin embargo, internamente, los informes sobre gastos excesivos, liderazgo errático y falta de transparencia pintaban un panorama muy diferente. La desconexión entre la identidad externa y el comportamiento interno condujo en última instancia a una pérdida de confianza de los empleados y de credibilidad pública⁶.
Este cuento con moraleja subraya una verdad clave: la identidad no es lo que uno afirma; es lo que uno hace sistemáticamente. Las empresas que no alinean la cultura interna con la imagen externa se exponen a la desilusión y al declive.
¿La clave del éxito? Autenticidad
Su identidad corporativa no es sólo un logotipo o un eslogan. Es la base de su empresa que determina cómo se sienten los empleados con su trabajo, cómo toman decisiones y hasta qué punto están comprometidos con el éxito a largo plazo de la empresa.
Para obtener estos beneficios, la identidad debe ser auténtica. Puede sonar a tópico, y en muchas conversaciones sobre marcas puede serlo. Pero cuando la autenticidad es real, coherente y está alineada con la estrategia, se convierte en una de las herramientas más poderosas para generar confianza, unidad y dirección.
Una identidad corporativa auténtica significa ir más allá de lo visual. Implica crear una marca que refleje lo que realmente somos como empresa. Una identidad empresarial arraigada en objetivos organizativos reales, comunicada con claridad y demostrada en todos los niveles de liderazgo y cultura.
Quienes tratan la identidad corporativa como una palanca estratégica, en lugar de un ejercicio cosmético, ganan más que un sistema visual. Crean equipos que creen en la misión, clientes que confían en la visión y una marca que funciona tanto por dentro como por fuera.
Conclusión: construir la identidad de dentro a fuera
La identidad corporativa no consiste simplemente en crear un logotipo, elegir un tipo de letra o desarrollar un tono de voz. En realidad, son la expresión final de una empresa mucho más profunda y estratégica. Las agencias de branding pueden ayudarle a visualizar ese resultado, pero el trabajo significativo empieza internamente, con una reflexión honesta sobre los valores, el propósito y la dirección a largo plazo de su organización.
El verdadero trabajo de identidad empieza desde dentro. Empieza con las creencias fundamentales de la empresa, los comportamientos que la guían y la visión de liderazgo, y debe anclarse en una estrategia real que respalde hacia dónde se dirige el negocio.
En ese sentido, la identidad corporativa es un trabajo estratégico que termina con un logotipo, no que empieza con uno. Es el resultado de un proceso reflexivo que afecta a toda la organización y conecta cultura, liderazgo y ambición operativa. Cuando se hace bien, la identidad se convierte en algo más que una marca: se convierte en un marco vivo para la alineación, el compromiso y el rendimiento. Cuando se hace mal o de forma poco auténtica, crea confusión, incoherencia e incluso riesgo para la reputación.
Hay muchas razones para actualizar la identidad corporativa de su marca. Si su empresa está evolucionando, ya sea debido al crecimiento, al reposicionamiento o a los cambios del mercado, revisar su identidad no sólo consiste en seguir siendo relevante. Se trata de asegurarse de que el exterior refleja el interior y de que su equipo está totalmente alineado sobre hacia dónde se dirige y por qué es importante.
Las empresas que adoptan este enfoque de dentro hacia fuera están mejor preparadas para atraer y retener el talento, generar confianza a largo plazo y adaptarse al cambio con integridad. En un mundo en el que el propósito y la transparencia impulsan la ventaja competitiva, la identidad corporativa no es un ejercicio de branding, sino un imperativo empresarial.
Si quiere una empresa que funcione mejor y se mantenga resistente, empiece por crear una identidad auténtica en la que su gente pueda creer.
1. Employee Values Study – Vorecol
2. Unilever’s Sustainable Living Plan Case Study
3. Meta’s DEI Layoffs – Business Insider
4. The blueprint for creativity: why LEGO continues to attract innovative players – LinkedIn News
5. Effectiveness of high commitment HR practices for employee knowledge sharing - Cambridge Journal of Management and Organization
6. Why WeWork Went Wrong - The Guardian