Hawk Biosystems, una compañía con sede en Bilbao especializada en biología espacial, ha desarrollado una innovadora tecnología que permite analizar biopsias tumorales desde una nueva perspectiva: no solo identificando las proteínas presentes en el tejido y su expresión, sino detectando directamente las interacciones funcionales entre ellas. Esta capacidad representa un avance significativo en el ámbito de la medicina personalizada, ya que permite estratificar de forma mucho más precisa a los pacientes oncológicos en función de su probabilidad de respuesta a tratamientos, especialmente a las inmunoterapias.
La plataforma desarrollada por Hawk Biosystems combina hardware, software y reactivos específicos para procesar tejidos parafinados, algo que era imposible hasta el momento. Su técnica se basa en una mejora sustancial de una tecnología conocida como FRET (Transferencia de Energía por Resonancia de Förster), que hasta ahora había tenido un uso limitado por problemas de autofluorescencia. La compañía ha logrado superar esta barrera técnica mediante una amplificación química de señal, lo que permite una medición robusta, reproducible y cuantitativa de las interacciones moleculares clave en la progresión y evasión inmunitaria del cáncer.
Un ejemplo claro del valor clínico de su propuesta se da en el ámbito del cáncer de pulmón, donde Hawk Biosystems ha demostrado que su plataforma puede predecir con cuatro o cinco veces más precisión la respuesta a inhibidores de los puntos de control inmunitario (como PD1/PDL1), en comparación con los métodos estándar basados en expresión de proteínas. “Ver la interacción funcional entre proteínas nos permite saber si realmente hay una diana terapéutica en ese tejido. Si no hay nada que inhibir, el fármaco no va a funcionar”, explica Fernando Aguirre, CEO de Hawk Biosystems. Estos resultados han sido validados clínicamente con más de 200 pacientes de múltiples hospitales internacionales y publicados en el Journal of Clinical Oncology.
Actualmente, la compañía está enfocada en dos mercados. Por un lado, la investigación biomédica, donde ya comercializa su sistema a través de una red internacional de distribuidores, con tres sistemas vendidos en sus primeros cinco meses de actividad comercial. Por otro, trabaja para entrar en el ámbito del diagnóstico clínico, mediante ensayos clínicos y procesos regulatorios para lograr la certificación IVDR en Europa y la autorización de la FDA en Estados Unidos. Además, mantiene conversaciones con grandes proveedores de servicios diagnósticos para ofrecer su tecnología como plataforma de análisis bajo un modelo franquiciado.
El modelo de negocio de Hawk Biosystems se apoya en tres líneas de ingresos: venta de hardware, licencias de software y venta de reactivos propietarios protegidos por patentes en los principales mercados internacionales. Además, la empresa explora acuerdos en el ámbito del companion diagnostics con farmacéuticas interesadas en desarrollar biomarcadores predictivos o pronósticos basados en su tecnología.
Con casi diez años de recorrido, la historia de Hawk Biosystems arranca en el seno del prestigioso Francis Crick Institute de Londres, donde un equipo investigador identificó el potencial clínico de esta tecnología. Hoy, bajo la dirección de Fernando Aguirre, CEO, la compañía combina su vocación científica con una estrategia empresarial ambiciosa, que pasa por escalar internacionalmente, mantener una fuerte inversión en I+D y consolidarse como una referencia en la nueva generación de tecnologías diagnósticas basadas en biología espacial funcional.
Artículo redactado por Daniel Galvis Andreu, cofundador en Simbionte y colaborador en BioEmprendedores.
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