¿Cómo llamar a una Directora de Arte? Una historia de nombres y apellidos

Por Noelia Moreno Mateo-Sidrón, Creativa Senior & Directora de arte en Havas Life.

En el mundo de la publicidad todos sabemos que se llevan mucho los apellidos. Pero no solemos conformarnos con uno o dos, porque a medida que pasan los años, cuando quieres darte cuenta, eres creativa, pero también eres senior, eres directora de arte, también digital, luego social y…suma y sigue. Dentro de 15 años, no quiero imaginar cómo terminará esto. 

Por esta razón, hoy me gustaría reflexionar sobre cómo muchas veces caemos en la trampa de anteponer la técnica a lo que realmente importa: las ideas. Y poner en valor mi primer apellido y el de muchos otros directores de arte: la creatividad. Porque somos directores de arte, pero ante todo somos creativos.

Sí, nos gusta pintar, pero más nos gusta estar en ese proceso casi de alquimia que solo se da cuando empieza el peloteo creativo con tu dupla o el resto del equipo. La creatividad no está solo en la técnica ni en la perfección visual. No se trata solo de hacer algo bonito, sino de hacer algo significativo, algo que mueva, que (con)mueva y que provoque reflexión. Y para eso, hay que pensar antes, pensar mucho y volver a pensar. Solo después de eso, cambio la taza de café por el lápiz.

Y ojalá pasara siempre así, pero la mayoría de veces cuando estás en el punto más bonito del thinking entra en el juego la prisa. La directora de arte tiene que pintar “ya de ya”. ¿Pero y si aún no hay idea? No importa, vete pintando lo que sea y la cerramos sobre la marcha. Y ahí, justo ahí, para la directora de arte la creatividad se convierte en una especie de “hago lo que puedo, no lo que quiero”.

Por eso, quería hacer un friendly reminder para defender nuestro primer apellido. No nos limitemos a las formas, los colores o las composiciones. Porque al igual que todos conocemos el famoso “me gusta conducir”, conozcamos y recordemos las veces que haga falta el "me gusta pensar".