El 23º Encuentro SAMEM ha puesto en relevancia los últimos avances en salud de la mujer, con foco en la vitamina D como sistema endocrino que tiene un valor esencial en nuestro organismo

Pese a la gran relevancia de la hormona D en el estado general de salud, es habitual su déficit entre la población de nuestro país. En concreto, 4 de cada 10 españoles menores de 65 años presentan deficiencia de 25-hidroxivitamina D y se han descrito concentraciones de 25(OH)D por debajo de 20 ng/ml en un 80-100% de las personas mayores de 65 años

Madrid ha acogido el 23º Encuentro Nacional de Salud de la Mujer (SAMEM), con el patrocino de Faes Farma, entre otras empresas. Esta cita ha abordado las más recientes novedades en el diagnóstico y tratamiento médico centrado en la especialidad de la salud de la mujer. Entre la variedad de temas tratados, se ha puesto el foco en la importancia que tiene la vitamina D en todas las etapas de la vida de la mujer. El origen de esta relevancia se encuentra en que la vitamina D es en realidad un sistema endocrino, el sistema endocrino de la vitamina D (SEVD), semejante al de otras hormonas esteroideas por sus acciones biológicas, síntesis y control homeostático.

“La llamada vitamina D (últimamente, y con más corrección, se habla de “sistema hormonal D”) desarrolla un papel en muchísimos procesos del organismo, incluyendo salud osteomuscular, sistema inmune, cardiovascular e, incluso, últimamente se han correlacionado niveles inadecuados de 25-hidroxivitamina D con peores resultados obstétricos, con lo cual es muy necesaria a lo largo de toda la vida de la mujer, de la menarquía a la menopausia”, explica la Dra. Silvia P. González, subdirectora médica, coordinadora de Investigación y jefa clínica de la Unidad de Menopausia y Osteoporosis en HM Gabinete Velázquez (Madrid).

Pese a la gran relevancia del sistema endocrino de la vitamina D en el estado general de salud, es habitual su déficit entre la población de nuestro país. En concreto, 4 de cada 10 españoles menores de 65 años presentan deficiencia de 25-hidroxivitamina D (concentraciones plasmáticas <20 ng/ml) y la cifra se duplica entre las personas mayores. Específicamente, se han descrito concentraciones de 25(OH)D por debajo de 20 ng/ml en un 80-100% de las personas mayores de 65 años. Por ello, son muchos los expertos que consideran que el déficit de vitamina D es una pandemia.

Cabe destacar que este déficit puede condicionar la salud. En este sentido, la incidencia y gravedad de enfermedades cardiovasculares, neuropsiquiátricas, autoinmunes y problemas óseos y musculares parecen empeorar en situaciones de déficit de esta hormona.

Hormona D y fertilidad femenina
Los niveles bajos de 25-hidroxivitamina D podrían tener consecuencias graves sobre la salud ginecológica de la mujer como son: la reducción de la fertilidad, el aumento de riesgo de endometriosis e el incremento del riesgo de tener ovarios poliquísticos y sus complicaciones asociadas.

“Estudios recientes realizados, y no tan recientes, demuestran que altas concentraciones de 25-hidroxivitamina D podrían tener también un papel beneficioso sobre la fertilidad, alargando el mantenimiento de la reserva ovárica y modulación la acción de ciertas hormonas, entre ellas, de la actividad androgénica”, señala la experta en Ginecología.

Adelantarse a la fractura osteoporótica a través de la vitamina D
En un estudio llevado a cabo en España, alrededor del 64% de las mujeres postmenopáusicas presentaron déficit de vitamina D2. Los expertos señalan que la suplementación con vitamina D contribuye a reducir la pérdida de masa ósea y a disminuir el riesgo de fracturas de los huesos después de la menopausia.

“Los metaanálisis realizados demuestran que no el calcio solo, sino el calcio con vitamina D y esta última suplementada a dosis superiores a 700 UI/día podrían contribuir a reducir todos los tipos de fractura osteoporótica. La suplementación de vitamina D debe ser adaptada a las necesidades de cada paciente y no debemos ser “tímidos” con las dosis, dado que los niveles de 25-hidroxivitamina D que producen beneficios sobre determinadas patologías son variables (más elevados, por ejemplo, en lo relativo a posibles beneficios cardiovasculares que a salud ósea) y, sin embargo, una intoxicación clínica por hipervitaminosis D es extremadamente improbable”, comenta la doctora.