Pediatras recomiendan no utilizar ropa "inteligente" en bebés

08/2/2017
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Pediatras recomiendan no utilizar ropa "inteligente" en bebés
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El problema de esta tecnología, es que pueden producir alarmas innecesarias a los padres.

Miembros de la Academia Americana de Pediatría (AAP) y diversos investigadores del ámbito de la pediatría han advertido en un artículo publicado en JAMA, la revista de la Asociación Médica Estadounidense, que ninguno de esos dispositivos que prometen controlar la respiración, la frecuencia cardíaca o los niveles de oxígeno del bebé están probados ni autorizados como dispositivos médicos y hay poca evidencia que sugiera que son seguros o eficaces.

Denuncian que el márketing de estos productos juega con la ansiedad de los padres y el miedo al síndrome de la muerte súbita del lactante, sugiriendo que esos sensores se pueden usar para controlar al bebé mientras duermen.

El equipo del Children’s Hospital de la ciudad estadounidense de Filadelfia critica en el artículo el uso de esos monitores y afirma que su principal efecto es llenar los departamentos de urgencias con falsas alarmas.

“Para la mayoría de los bebés sanos, no hay ninguna necesidad del uso de esos monitores en casa”, defiende Elizabeth Foglia, neonatóloga y coautora del texto publicado en la revista JAMA, de la Asociación Médica Americana (American Medical Association).

Es el caso de Owlet, una marca citada por los médicos del Children’s Hospital. Ese monitor, que cuesta 230 euros, es un calcetín inteligente que promete controlar el ritmo cardiaco, los niveles de oxígeno, temperatura corporal y calidad del sueño del recién nacido.

Para los pediatras, que analizaron cinco modelos de monitores fisiológicos, con precios entre 140 euros y 280 euros, esos aparatos provocan más estrés en los padres, en vez de tranquilizarles.

Foglia explicó, por ejemplo, que los bebés sanos tienen caídas ocasionales de oxígeno de menos del 80%, sin consecuencias, y que eso no sería motivo de alarma.

Los pediatras estadounidenses abogan por que los monitores sean reglamentados por la agencia que controla los medicamentos en EE UU, la Agencia de Administración de Alimentación y Medicamentos (FDA). “No hay evidencias de que los sensores sean precisos en la medición de las señales vitales”, dicen.

La marca Owlet afirma en su página web que ya envió a la FDA una solicitud para la aprobación del dispositivo.

Aunque estos obtengan el visto bueno, el equipo del Children’s Hospital defiende que la comunidad médica debe debatir si el uso de los sensores es apropiado, una vez que una pequeña señal de caída del nivel de oxígeno podría ocasionar una visita a urgencias, un análisis de sangre innecesario o incluso el ingreso hospitalario del bebé.

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