La OMS pide a los países intensificar las medidas para mejorar la atención a la salud mental

20/6/2022
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La OMS pide a los países intensificar las medidas para mejorar la atención a la salud mental
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado un informe en el que insta a los gobiernos de los distintos países a intensificar las medidas para mejorar la atención a la salud mental, así como cambiar la percepción que hay sobre la misma.

En 2019, casi mil millones de personas, incluido el 14% de los adolescentes del mundo, vivían con un trastorno mental, el suicidio representó más de 1 de cada 100 muertes y en el 58% de los mismos ocurrieron antes de los 50 años. Los trastornos mentales son la principal causa de discapacidad, y las personas que lo sufren tienen unos 10 o 20 años menos de esperanza de vida que la población sana.

En este sentido, la OMS ha avisado de que las desigualdades sociales y económicas, las emergencias de salud pública, la guerra y la crisis climática se encuentran entre las amenazas globales para la salud mental. De hecho, la depresión y la ansiedad aumentaron más de un 25% solo en el primer año de la pandemia.

"El estigma, la discriminación y las violaciones de los derechos humanos de las personas con problemas de salud mental están generalizados en las comunidades y los sistemas de atención de todo el mundo, y 20 países todavía penalizan el intento de suicidio. En todos los países, son los más pobres y los más desfavorecidos de la sociedad los que corren mayor riesgo de sufrir problemas de salud mental y los que también tienen menos probabilidades de recibir servicios adecuados", señala el organismo de Naciones Unidas.

Incluso antes de la pandemia de COVID-19, solo una pequeña fracción de las personas necesitadas tenía acceso a una atención de salud mental eficaz, asequible y de calidad. Por ejemplo, el 71% de las personas con psicosis en todo el mundo no reciben servicios de salud mental.

"Para la depresión, las brechas en la cobertura de servicios son amplias en todos los países: incluso en países de ingresos altos, solo un tercio de las personas con depresión reciben atención de salud mental formal y se estima que el tratamiento mínimamente adecuado para la depresión oscila entre el 23% en países de ingresos altos al 3% en los países de ingresos bajos y medianos bajos", detalla la OMS.

Basándose en la evidencia más reciente disponible, mostrando ejemplos de buenas prácticas y expresando la experiencia vivida de las personas, el informe integral de la OMS dice los motivos y dónde es más necesario el cambio y cómo se puede lograr mejor. Al mismo tiempo, hace un llamamiento a todas las partes interesadas a trabajar juntas para profundizar en el valor y en el compromiso otorgado a la salud mental, remodelar los entornos que influyen en la salud mental y fortalecer los sistemas que cuidan la salud mental de las personas.

"La vida de todos toca a alguien con una condición de salud mental. Una buena salud mental se traduce en una buena salud física y este nuevo informe presenta un caso convincente para el cambio. Los vínculos inextricables entre la salud mental y la salud pública, los derechos humanos y el desarrollo socioeconómico significan que la transformación de las políticas y prácticas en salud mental puede generar beneficios reales y sustantivos para las personas, las comunidades y los países de todo el mundo. La inversión en salud mental es una inversión en una vida y un futuro mejores para todos", resalta el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

En concreto, en el informe se insta a los países a acelerar la implementación del Plan de acción integral de salud mental 2013-2030 y recomienda intensificar las inversiones en salud mental, no solo mediante la obtención de fondos y recursos humanos apropiados en la salud y otros sectores para satisfacer las necesidades de salud mental, sino también a través de un liderazgo comprometido, aplicando políticas y prácticas basadas en evidencia y estableciendo sistemas sólidos de información y monitoreo. También aboga por reformar los entornos que influyen en la salud mental, incluidos los hogares, las comunidades, las escuelas, los lugares de trabajo, los servicios de atención médica y los entornos naturales; y fortalecer la atención de la salud mental.

"Hay que construir redes comunitarias de servicios interconectados que se alejen de la atención de custodia en hospitales psiquiátricos y cubran un espectro de atención y apoyo a través de una combinación de servicios de salud mental que están integrados en la atención médica general; servicios comunitarios de salud mental; y servicios más allá del sector de la salud", destaca la OMS en el informe.

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